La mesoterapia es una técnica especial de la terapéutica médica que consiste en la administración de medicamentos por vía intradérmica.
Descrita en el año 1958 por el Dr. Michel Pistor a partir de un descubrimiento casual (qué casualidad que las casualidades sólo les ocurren a gentes que tienen la mente abierta que cuando alguien les señala con el dedo las estrellas miran más allá del dedo) cuando trabaja como médico rural en un pueblecito francés.
Las ventajas de la mesoterapia se resumen en un aforismo que todo practicante debe tener siempre presente:
Poco, pocas veces, en el lugar adecuado.
- Michel Pistor
La primera palabra, POCO, hace referencia a las pequeñas cantidades de medicamentos que son necesarias para sacarles el mayor provecho al ser administrados en mesoterapia. Este hecho se debe a que la administración intradérmica (mesoterapia) potencia su efecto terapéutico, consiguiendo con pequeñas dosis efectos muy importantes que sólo se podrían conseguir con dosis mucho mayores administrados por otras vías diferentes a la Mesoterapia si es que ello fuera posible de no existir efectos secundarios o yatrógenos.
“Poco” también hace referencia a los escasos efectos indeseables o secundarios que presentan los medicamentos cuando se administran por vía mesoterápica, junto con el hecho de que la potenciación de los fármacos repercute en una menos necesidad de repetición de las dosis administradas por conseguir similares efectos a los que se pueden obtener cuando no son aplicados con técnica mesoterápica; de aquí surge la segunda parte del aforismo, el “pocas veces”.
Y “poco” también indica el ahorro económico que ofrece la mesoterapia si consideramos que la cantidad y la repetición de las dosis administradas son bastante menores que cuando esos fármacos se administran por vías convencionales.
La tercera parte del aforismo, “en el lugar adecuado”, expresa que los medicamentos que van a ser administrados con técnica mesoterápica, deben serlo en la proyección cutánea más próxima posible a donde radica la patología que queremos mejorar o curar.
Y ese concepto de lugar adecuado, desde mi punto de vista, también nos delimita la profundidad a la que debemos de realizar la técnica de mesoterapia al nivel intradérmico ya que es la farmacocinética de los medicamentos administrados a estos niveles superficiales (menos de 4 mm de profundidad, como norma general) lo que otorga a la Mesoterapia sus características especiales y sus fantásticos efectos terapéuticos.
Administrar los medicamentos a profundidades mayores de 4 mm hace que la farmacocinética se aproxime cada vez más a farmacocinéticas convencionales (subcutánea, intramuscular, intravenosa) y desaprovechemos la magnífica oportunidad de sacar el máximo provecho de los medicamentos con el menor coste económico y yatrogénico.