Una correcta circulación de los fluidos corporales es de gran importancia para el funcionamiento normal del organismo. Las perturbaciones en el flujo de sangre y el fluido linfático afectan al medio ambiente celular debido a la acumulación de desechos en el fluido intercelular.
En circunstancias normales el exceso de fluido intercelular conteniendo proteínas y productos del metabolismo vuelve a entrar en el torrente sanguíneo a través del sistema linfático. Este fluido contenido en los vasos linfáticos se acelera por presión muscular cuando hay actividad física. El fluido correcto de la linfa permite al organismo deshacerse de los productos metabólicos de desecho.
La vida moderna, con falta de actividad física, dietas desequilibradas y frecuentes enfermedades del sistema linfático y sanguíneo hacen que a menudo este sistema sea insuficiente. En estos casos el drenaje linfático natural puede ser ayudado por uno artificial, efectuado manualmente o por medio de aparatos.
La Presoterapia es una terapia mecánica de presión de aire, a través de un aparato que emite distintas ondas de presión. Se basa en la presión ejercida a lo largo de las extremidades que se someten a un gradiente de presión en la dirección deseada, normalmente centrípeta, con el objeto de drenar el líquido existente. Corrige las alteraciones del sistema circulatorio y elimina las toxinas y grasas acumuladas, consiguiendo un drenaje del sistema linfático.
La terapia más comúnmente aplicada se realiza colocando unas botas que cubren toda la pierna. Estas botas efectúan un masaje de bombeo ascendente con presión positiva controlada gracias a unas cámaras de aire internas, cuyo fin fundamental es el estímulo circulatorio. La sesión dura unos 20 minutos, tras la cual se suelen aplicar otras técnicas como la Mesoterapia
Las mejores indicaciones son la celulitis y los trastornos circulatorios tanto sanguíneos como linfáticos.